Un día Dios envió al Arcángel Gabriel a la ciudad de Nazaret, a la Virgen María, que estaba desposada con San José. La saludó llamándola "llena de gracia", y le expuso el Plan de Dios: Ella sería la Madre del Salvador por obra del Espíritu Santo, porque para Dios nada hay imposible.
La Virgen María aceptó de inmediato el plan de Dios, diciendo: "He aquí la sierva del Señor, hágase en mi según tu palabra"(Lc 1,38). En aquel mismo momento, se hizo Hombre la segunda Persona de la Santísima Trinidad, sin dejar de ser Dios.
¿Quién es la Santísima Virgen María?
La Santísima Virgen María es la Nueva Eva, la Mujer perfecta, llena de gracia y virtudes, concebida sin pecado original, que es Madre de Dios y madre nuestra, y que está en el cielo en cuerpo y alma; y que nos acompaña permanentemente en nuestros esfuerzos por ser cristianos con gran solicitud y amor maternal.
¿Por qué decimos que la Virgen María es verdaderamente Madre de Dios?
Decimos que la Virgen María es verdaderamente Madre de Dios porque es la madre del Hijo eterno de Dios hecho hombre, que es Dios mismo.
¿Por qué decimos que la Virgen María es madre nuestra?
Decimos que la Virgen María es madre nuestra porque, por su obediencia, se convirtió en la nueva Eva, madre de los vivientes; además, porque es Madre de Jesucristo, con quien estamos unidos por la gracia, formando un solo Cuerpo Místico.
¿Cuáles son los singulares privilegios que Dios concedió a la Virgen María?
Los singulares privilegios que Dios concedió a la Virgen María son: su Concepción Inmaculada, su perpetua Virginidad, su Maternidad divina y su Asunción en cuerpo y alma a los cielos.
¿Qué lugar ocupa la Santísima Virgen María en el Plan de Reconciliación?
La Santísima Virgen María ocupa en la redención el lugar de Cooperadora de la Redención, porque colaboró con su fe y su obediencia libres a la reconciliación de los hombres. Por deseo explícito del Señor Jesús, que nos la señaló como Madre (ver Jn. 19,27), María es verdaderamente Madre de todos los cristianos, quienes realizan su peregrinación terrena bajo los tiernos cuidados maternales y la compañía de María.
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